La Rebelión de los cuentos
Schuh, Jakob
Si resultase que Caperucita no hubiera estado ni tan inocente ni tan roja, que los tres cerditos hubieran especulado con sus casitas, que Blancanieves se independizara por no soportar su madrastra y que Cenicienta sólo soñara con un hombre honesto, es que nuestros clásicos habrían surgido de la imaginación de Roald Dahl.